Cap 21. Tregua
Papyrus conducía con mayor velocidad por si su hermano se atrevía a aparecerse con ellos y que no viese hacia dónde se dirigía, pero tras un largo tramo pudo percatarse por cuenta propia de que aquello nunca sucedió, cosa que agradeció en sus adentros. Realmente quería tratar el tema a solas sin intervención de sus chistes o comentarios absurdos. Él ya había tenido la oportunidad de relacionarse con ella para ser conocidos, ahora él quería lo mismo.
Se giró levemente para observar a su acompañante, sin embargo ésta se encontraba paralizada por algo que no pudo comprender a la primera. Ese gesto regularmente lo veía en testigos inoportunos en sus actividades, por lo que le era extraño que su cita se mostrase así si todo iba normal y sin ningún problema. No fue hasta que se detuvo en un alto, que la humana se giró rápidamente hacia la puerta para abrirla con prisa, pero el reflejo entrenado del esqueleto fue mucho más veloz y utilizó su magia para mantenerla cerrada.
-Va a matarme en verdad ¿cierto? –Frisk siguió viendo hacia la ventana con tal de no ver a su captor. Su voz había sido casi un susurro, pero había sido lo suficientemente audible para que el esqueleto la entendiera.
-¿QUÉ? PERO SI YO NUNCA DIJE ESO –Se extrañó con su comentario ¿Acaso la humana no recordaba que la había invitado a salir? ¿En dónde cabía eso para un asesinato?
Tras acabar el tiempo del alto, Papyrus continuó en marcha con menos prisa mientras pensaba en lo rara que era la chica. No sólo por el hecho de que pensara en que la estaba llevando a un lugar para ejecutarla, sino por lo calmada que sonaba su voz mencionando tal suposición errónea. Aunque había tratado de escapar tras esa idea en mente, era muy extraño de que no rogara por su vida si eso era lo que creía que pasaría en verdad. Tan sólo había permanecido en silencio contemplando el camino sin verlo en ningún momento desde que le había separado de la flor.
Tras varios minutos más de traslado, finalmente Papyrus detuvo el vehículo en lo que parecía la parte trasera de un local. Los botes de basura, la parte sin pintar y la puerta sencilla le indicaban eso a Frisk. Fuera cual fuera el lugar, le quedaba claro que el esqueleto no quería que le viesen entrar con ella a tal establecimiento. El mafioso se bajó de su vehículo y se fue rápidamente hacia su puerta para abrírsela, mas no bajó y ni lo vio directamente.
-EHH... YA HEMOS LLEGADO HUMANA. YA PUEDE BAJAR. –Le indicó extrañado de que no captara la obviedad de la situación.
-No quiero.
Algo molesto con su apatía y que siguiera sin verlo directamente, empleó una vez más su magia para levantarla y sacarla del coche. Aquello sorprendió a la humana de tal magnitud que no pudo evitar preocuparse de tal cosa. Un esqueleto que podía aparecerse en todos lados con total destreza y otro que podía moverla a su antojo... cada vez comprendía más el peligro que representaban ante la advertencia de su amigo. Pero eso también le cuestionó otras cosas, si podía moverla de tal forma, significaba que si la quería matar realmente, lo habría hecho desde el principio.
Sin apartar su magia de ella, cerró su carro con cuidado y la llevó consigo hacia la puerta simple. Sacó unas llaves del bolsillo de su pantalón y abrió la puerta para meter a ambos en tan misterioso lugar. Una vez dentro, Frisk contempló a primera vista que estaban pasando por una cocina ordenada de aparentemente un restaurante que se encontraba cerrado, y acto seguido pasaron a los comedores vacíos salvo uno que estaba completamente ordenado y listo, en el cual el esqueleto la bajó con sutileza para sentarla y acomodarle su silla caballerosamente. La única luz que tenían en el lugar era las velas encendidas que estaban situadas ya en la mesa donde se encontraban ahora, junto con los platos y cubiertos ya acomodados. La florista no sabía que pensar ante todo ¿era realmente una cita en plan romántico? Si era así, no le cabía duda que los de la ciudad tenían un modo muy extraño de llevar a cabo las cosas. Sus dos únicos casos de cita le afirmaban eso.
-TENÍA QUE APURARME ANTES DE QUE SE ENFRIARA LA COMIDA –Comentó el mafioso un tanto entusiasta, mientras traía consigo una charola con un platillo tapado. Frisk ni se había dado cuenta de que se había retirado y vuelto de inmediato tras la oscuridad y su desconcierto. –RECALENTARLO PUEDE SER UN DELITO A TAN OBRA MAESTRA.
-¿En dónde estamos? –Preguntó mientras trataba de ver más allá de su entorno sin éxito alguno.
-EN EL RESTAURANTE DE NUESTRA FAMILIA, POR SUPUESTO. NO DEJARÍA QUE ME VIERAN CON UNA HUMANA EN ALGÚN OTRO LADO.
Frisk permaneció seria ante su comentario mientras contemplaba que servía el plato justo en frente de ella y lo destapaba. La pasta se veía bastante bien pese a la poca luz que emitían las velas, pero el olor le era tan extraño que la mantuvo alerta. Nuevamente recordó la salida con Mettaton y el intento de asesinato que había intervenido, si no hubiera sido por su olfato educado y su vasto conocimiento sobre casi toda flor existente, realmente habría perecido en el acto. Un atentado silencioso que nadie se lo esperaría de antemano, y dada la situación prefirió no tocar el platillo.
-¿QUÉ ESPERA? NO SEA TÍMIDA Y PRUÉBELO. –Le animó mientras se sentaba frente a ella. –YO MISMO LO HICE. PARTE DE LO QUE DEBE CONOCER DE MI ES MI COCINA.
-No quiero ser grosera, pero...
Sin dejarle terminar su negativa, el esqueleto había tomado el tenedor para metérselo en su boca y obligarla de cualquier modo a que probara su comida. Una vez degustando el bocado en su paladar, no pudo evitar hacer un gesto de desagrado por el mal sabor. Se la pensó con seriedad de si debía escupirlo o no, pero tras parecerle algo desagradable y de mala educación, terminó por tragarlo por completo en vez de torturar por más tiempo a sus papilas gustativas.
-¿Y QUE TAL?
-Sabe a jabón. –Contestó de inmediato sin siquiera pensarlo.
-¡PERO QUÉ PALADAR TAN FINO! DESCUBRIÓ EL INGREDIENTE SECRETO A LA PRIMERA.
Por primera vez agradeció que hubiera tan poca luz en el lugar, o de lo contrario el esqueleto habría notado su expresión horrorizada. De inmediato le vino Sans a la mente y lo que le había mencionado sobre su hermano respecto a la cocina. Ahora comprendía la magnitud del problema y porque le había gustado en exceso su comida. Incluso comenzó a preguntarse si toda la carne que le había regalado había sido realmente una indirecta para que le cocinara, y poniendo a un lado el posible abuso de confianza que eso representaría, lo justificaba en gran medida.
-Disculpe, pero... –No sabía cómo abordar el tema, pero consideraba más que necesario sacarlo de su error. –El jabón no es un producto consumible.
-SE NOTA QUE NO SABE MUCHO DE COCINA ENTONCES, HUMANA. Y ESO ESTÁ MAL EN UNA MUJER. –Le sonrió con un deje de superioridad. –LOS JABONES SON HECHOS CON HIERBAS FINAS O FRUTAS Y VERDURAS. ES MÁS QUE OBVIO QUE TAMBIEN PUEDE COMERSE.
-Los perfumes y shampoos también, y no por ello se pueden comer. –Arqueó una ceja retomando su rosto casi inexpresivo. El que le dijera que estaba mal en algo sólo por ser mujer le había desagradado.
-TAMBIEN SON CONSUMIBLES ¿CÓMO PUEDE SER TAN IGNORANTE DE ESO?
Frisk optó por no decir nada más al respecto y decidió no volver a tocar el plato por muy grosera que se viera. Al principio había comprendido que el restaurante estuviera cerrado para meterla, sabiendo lo discriminatorios que eran la mayoría de los locales que había visto de paso, pero ahora se cuestionaba si realmente el lugar tuviera clientela tras el desastre culinario que había probado forzosamente. ¿Cómo le hacía para evitar demandas de salubridad para empezar?
La respuesta le vino a la mente de inmediato tras recordar la vida delictiva que tenían los esqueletos, dándole un sabor de lo más amargo ante un hecho nada aplaudible.
-BIEN, AHORA A CONVERSAR PARA CONOCERNOS. –Sonrió aún más sin darse cuenta de que la humana no había vuelto a probar bocado. –PREGÚNTEME LO QUE LE GUSTARÍA SABER DE MI.
-Bueno... ¿Usted también es un asesino como Sans?
Le había salido tan espontánea la pregunta que Frisk no tuvo tiempo para percatarse de que había hecho una de las peores cosas que podría hacer frente a una amenaza. Pero no podía evitar pensar en lo que le había comentado Sans cuando había hecho mención de su familia. ¿También él sentiría que no tenía otra opción?
-TAMBIÉN HE MATADO GENTE, SI ESA ES LA VERDADERA PREGUNTA. –No le dio importancia a lo extraño que había sido que quisiera saber ello. –MI LABOR PRINCIPAL ES LA DE VIGILANTE, MIENTRAS QUE SANS ES EL QUE HACE LA LIMPIEZA.
-¿Limpieza? –Desconcertó eso a Frisk. No le daba la impresión de que fuese un conserje y tampoco podía relacionarlo con la poca percepción que tenía sobre la mafia.
-ANIQUILA A TODO TESTIGO O AMENAZA DEL ENTORNO, POR SUPUESTO –Comentó con total naturalidad. –NO PUEDE HABER NINGÚN TESTIGO DE TODO LO QUE HACEMOS, ASÍ QUE SANS SE HACE CARGO DE ESO. MIENTRAS QUE YO CUIDO SU COLUMNA DESDE LA DISTANCIA.
Frisk permaneció muda mientras trataba de procesar esa información. Ahora comprendía mucho más porqué había actuado así Sans tras haberle salvado de esos perros que habían intentado asesinarla. Si en aquella noche había matado a decenas en un instante... y si esa era su labor principal... ¿Cuántas muertes cargaba consigo? Por primera vez no quiso saber la respuesta a eso, pero no pudo evitar seguir pensando en la situación.
-MUY BIEN, ¿QUÉ MÁS LE GUSTARÍA SABER?
-¿Por qué una cita? –Finalmente preguntó tras no comprender cómo habían terminado en algo así. –Digo... usted mismo ha dejado claro que no le agradan los humanos.
-ESTO NO ES CON INTENCIÓN ROMANTICA NI NADA POR EL ESTILO. –Aclaró de inmediato tras comprender hacia dónde iba el tema. – LAS RELACIONES SON UN PROBLEMA PARA EL NEGOCIO. ADEMÁS, YO JAMÁS ME INTERESARÍA POR UNA HUMANA. ¡SERÍA RIDÍCULO!
-¿Hay algo malo en ello? –Aunque le disgustara cada vez más lo despectivo y racista que era el esqueleto, le interesaba saber a qué se debía esa postura suya.
-¿ADEMÁS DEL HECHO DE QUE LOS HUMANOS SON DE LO PEOR? –Rió levemente, como si hubiera contado un chiste que la humana no había comprendido. –SERES DE NUESTRA PROFESIÓN NO PUEDEN ANDAR PENSANDO EN UNA PAREJA. ES UNA REGLA MUY PRECISA DE NUESTRO JEFE, AL IGUAL QUE NO ENTABLAR AMISTADES. Y SOBRE TODO, NO PODEMOS RELACIONARNOS CON HUMANOS, SOMOS ENEMIGOS POR NATURALEZA. POR LO QUE SERÍA HASTA ANTINATURAL SENTIR INTERÉS POR UNA HUMANA.
-Suena todo absurdo. –Comentó llegándole ese pensamiento a la primera. –Humanos y monstruos habitamos el mismo mundo, no somos enemigos.
-NO ES ABSURDO, ES LÓGICA. SOMOS LO OPUESTO.
-Lo opuesto a una mujer vendría siendo un hombre... y no por ello...
-OH, PERO EN ESE EJEMPLO SI HAY UN SUPERIOR. –Le interrumpió una vez más.
No hubo palabras para poder describir el gesto de la humana tras escuchar eso. Bajo su asiento no pudo evitar oprimir los puños ante un enfado cada vez notorio, mientras que el esqueleto le sonreía con amabilidad sin reparar en sus propias palabras. Quería poder controlarse, no meterse en algún problema que luego Flowey pudiera regañarle, pero cada vez era menos posible. El esqueleto no sólo era racista, sino que todo el trato sin consideración sobre su persona se debía al único hecho de ser mujer.
Se había contenido tanto en no hablar, que había terminado comentando algo en voz baja queriendo ser algo para sí misma, pero el esqueleto estaba tan atento a ella que pudo percibirlo, mas no entenderlo.
-¿DISCULPA? –Su sonrisa tranquila no desapareció mientras tomaba la botella de vino tinto que había dejado a un lado y comenzaba a servirse con calma.
-Ya... quiero terminar esto, por favor. –Lo miró fijamente, empleando su rostro inexpresivo nuevamente, firme en sus palabras. –Que termine la cita.
-PERO SI AUN NO TE HAS TERMINADO TU PLATO, Y APENAS HEMOS EMPEZADO, Y... –Se extrañó con todo, al grado de que no se daba cuenta de que se estaba sirviendo vino demás. –AUN HAY MUCHAS COSAS POR CONOCER DEL OTRO.
-Ya supe suficiente.
-¿EN VERDAD? ¡WOWIE! –Al notar que tenía demasiado vino en su copa, dejó la suya y comenzó a servirle a ella algo animado. –QUÉ FÁCIL ES SER CONOCIDO.
-No, sólo que no me interesa conocer a alguien de percepción desagradable.
Papyrus casi deja caer la botella sobre la mesa mientras su sonrisa se borraba completamente. Considerando oportuno mejor retirarse cuanto antes tras el mutismo del mafioso, Frisk se levantó de la mesa y se retiró lentamente tomando el mismo camino que habían tomado para entrar al lugar. No estaba para nada cómoda con todo ello, y deseaba realmente saber cómo se encontraba Flowey ahora que lo habían dejado sin tierra ni agua.
No había dado ni tres pasos en cuanto un sonido lastimosamente conocido le rozó por el oído, moviendo su corto cabello en su paso y estampándose en la botella que estaba en un estandarte a lado de la puerta, botella a la cual terminó haciéndose añicos ante el impacto. Había pasado todo tan rápido que Frisk se detuvo de la pura impresión de lo que había sido. No quiso girarse hacia el punto de donde había partido la bala, le era más que obvio lo que podría presentar si lo hacía.
Unos milímetros más y esa bala le habría hecho un daño irreparable ¿Habría sido suerte o... todo calculado? Había logrado detenerla antes de acercarse a la puerta, cosa que seguramente había sido el verdadero objetivo de su ataque proveniente de la espalda. Observando la botella hecha ahora pedazos ante la poca luz, le daba la impresión de que había sido el verdadero objetivo tras estar varias más aun colocadas en el estandarte de vinos variados. ¿Cómo podría calcular un blanco tan preciso ante tan poca luz en el entorno?
"Es un asesino" se recordó a sí misma. Así como Sans le había mostrado lo rápido que era para acabar con decenas de vidas sin problema alguno, ahora su hermano menor le estaba mostrando que no importaba la dificultad del terreno, él siempre podría dar con su objetivo.
-QUIERO DEJAR ALGO MUY CLARO, HUMANA. –Le escuchó hablar con tranquilidad, aunque pudo percibir seriedad y amenaza en el tono de su voz. –LA RAZÓN POR LA CUAL YO QUIERO CONOCERLA, ES PARA SABER SI ES UNA AMENAZA PARA MI HERMANO O NO.
Frisk se giró lentamente esperando ser un buen movimiento de su parte. En cuanto pudo contemplar bien al esqueleto, éste se encontraba aun sentado en su sitio, apuntándole con una pistola que sacó de algún lado de su ropa. Su gesto sombrío no se comparaba con lo luminoso de sus ojos anaranjados que la observaban amenazantes.
-SI USTED MUESTRA SER ALGUIEN AGRADABLE EN VERDAD, NO TENDRÉ NINGÚN PROBLEMA, PERO SI NO... -El arma hizo un ruido extraño, suponiendo Frisk que había hecho cambio o algo por el estilo para una nueva bala. –DEBO VELAR POR LO QUE SEA MEJOR PARA MI FAMILIA.
La humana quería decir varias cosas, pero admitía que el arma apuntándole le hacía pensar dos veces sus argumentos. Simplemente estaba estática en su sitio, observando el embrollo en que se había metido ahora.
-Entonces...
Pero ella no era de las que sabían callar. Y si iba a morir por algo, en definitiva no sería por quedarse callada permitiendo cosas que le incomodaban en su persona. Ahora comprendía porqué Flowey no quería dejarla sola en ningún momento.
-Si quiere que yo me muestre amable, le pido que usted lo sea también conmigo. –Comentó finalmente mientras se mantenía firme en su sitio, mostrando seriedad y nada de temor. –Sea congruente con lo que pide de mí.
-¡¿QUÉ?! PERO SI YO NUNCA HE SIDO... -Se levantó molesto de que se le acusara de tal cosa. Bajó el arma inconscientemente mientras se molestaba aún más con la humana impertinente. –LE HE TRAÍDO A UN EXCELENTE LUGAR Y...
-Me trajo obligatoriamente a una cita en la que claramente le dije que no. –Ahora fue ella quien le interrumpió para que captara mejor el mensaje que quería darle. –Me separó de mi amigo sin siquiera preguntarnos, me bajó del auto pese a que dije que no, me hizo probar un alimento a la fuerza... Y ahora, me discrimina una vez más por ser una humana mujer y todavía quiere que me muestre "agradecida" por algo que yo no quería desde un principio. ¿Eso es ser agradable para usted? ¿Apuntarme con un arma sólo porque no le parece que me sienta ofendida?
-N-NO, PERO... -No sabía qué decir para excusarse. Le daba la impresión de ser regañado por algo.
-Si quiere conocerme en verdad, le pido que me respete. Así como yo lo respetaré a usted. –Comentó tras ver que el esqueleto no tenía nada para poder defenderse argumentalmente. –Ser agradable con alguien desconocido puede ser una cortesía en un principio, pero también es algo que puede perderse en un instante.
Ambos se quedaron parados mientras reinaba un silencio de lo más incómodo tras sus palabras directas. Por un momento Frisk pensó en que realmente la mataría por su petición y su baja tolerancia a las cosas, pero en cambio, le extendió la mano para indicarle que se sentara mientras él desviaba levemente la mirada un tanto avergonzado, como si quisiera disculparse de esa forma.
Estando más relajada, hizo caso a la indicación y volvió a la mesa con pasos más confiados. El mafioso no se sentó sino hasta que la humana lo hizo.
...
-¡¿Qué quieres qué?!
Exclamó la flor generando una mueca de lo más siniestra tras las palabras del esqueleto a lado suyo. Se sentía con más libertad para hablar ahora que el mafioso con una sola indicación había pedido estar a solas en el bar con él, corriendo con un solo chasquido a los clientes del lugar. Parecía no sólo tener poder del bar por encima del mismo dueño, sino que todos sabían de antemano quién era y le temían al grado de hacerle caso. Eso no era para nada bueno, pero de igual forma no había tenido más opción que escucharlo.
El hombre llama se había retirado tras dejarle una nueva botella de whisky al mafioso, el cual comenzó a tomarle como si de agua se tratase.
-Volvernos más cooperativos el uno con el otro, formar una alianza por el bien de la chica. Así no le diré sobre tu origen. –Le sonrió casualmente tras dejar de tomar de la botella, dejándola casi a la mitad en muy poco tiempo. – Y con ello que me permitas estar cerca de ella. Tu interferencia suele ser algo molesta a veces.
-Debes ser muy estúpido para creer que accederé a eso. –Protestó mientras se retorcía en el tarro en el que se encontraba. –Antes muerto que permitirte que te sobrepases con ella.
-Me estás malinterpretando, florecilla, lo que quiero realmente es protegerla.
-El único peligro que tiene es tu mera presencia. Si quieres protegerla, aléjate de ella y no vuelvas nunca.
-Te equivocas... Flowey. –Le fue raro para ambos escuchar tal nombre de su parte. Sólo Frisk le llamaba de ese modo, pero le indicaba así que quería tratar algo más serio al respecto. –Cuando ustedes llegaron a la ciudad, eventualmente han tenido a humanos vigilándoles desde la distancia. He querido saber por qué desde entonces.
Le dio un nuevo trago a su botella que cada vez estaba por terminarse, mientras que la flor quedó estática por varios segundos tratando de procesar tal información. Su expresión cambió drásticamente de una maligna a una de total desconcierto.
-¿Humanos? –Se quedó pensando por un buen rato lo que pudiera ser ello hasta que volvió a dirigirse con el mafioso retomando su disgusto sobre él. – ¿Cómo sé que no es un truco sucio de tu parte? O peor ¿Cómo puedes saber que estaban al tanto de nosotros y no de ti? Maldito embustero.
-Porque fueron justamente ellos quienes se aseguraron de que llegaran a la ciudad sin registro alguno. –Dejó la botella sobre la barra haciendo ruido exagerado con ello. –El tren sólo tenía registro de portar cargamento, jamás reportó que tendría un pasajero... y se encargaron de que ni siquiera se dieran cuenta en la estación de su llegada. Y si eso aún no te convence, tuve a uno de ellos capturado y prefirió una muerte dolorosa a contestar mi pregunta al respecto.
-Ok, detuviste a uno. Y si sabías que hay más acechándonos en las sombras ¿por qué no hiciste algo para detenerlos?
-Porque no quiero que sepan que yo sé que están ahí. –Contestó con tal naturalidad, como si fuera lógico su argumento. –Mejor contar con el elemento sorpresa de su sorpresa ¿no crees? Si se atreven a hacer algo, yo ya estaría al tanto de su presencia para evitar cualquier cosa. No sé cuáles sean realmente sus intenciones, pero prefiero ser paranoico a confiarme demasiado con ello.
La información fue tan extraña para la planta, que no supo que decir para defenderse o cuestionar tal cosa. No encontraba algo que pudiera indicarle que le estaba mintiendo o que estaba malinterpretando algo.
-Me agrada Frisk, y se nota a leguas que ella no tiene idea de nada de lo que le rodea... Pero tú sí, y es por ello que no le permites dar a conocer su apellido. –Continuó Sans para dejar aún más claro a lo que quería llegar. –Lo que me hace pensar que sabes algo importante que requiere total discreción. Algo lo bastante serio como para que ni a ella le digas.
-Si no lo has descubierto, significa que he hecho bien mi trabajo. –Se burló abiertamente.
-Dices que sólo te tiene a ti ¿entonces por qué está en busca de alguien más? ¿Por qué aún no ha dado con él?–Le cuestionó con seriedad mientras apartaba la botella casi terminada. –Me hace pensar en lo mal amigo que eres si estuvieras en realidad boicoteando su búsqueda.
-Yo no estoy haciendo nada salvo estar con ella. –Respondió sin preocupación alguna
-Pero piensas hacer algo después ¿no es así?
Flowey no dijo nada, pero se giró para gruñir por lo bajo por haber sido descubierto de esa forma tan ruin. No, no pensaba decirle absolutamente nada al respecto, pero si era cierto que había humanos vigilando a Frisk... podía pensar en las peores cosas que podrían suceder espontáneamente. Aunque él se considerara lo suficientemente capaz y único para mantenerla resguardada, su estadía con ella en la ciudad le había demostrado la cruda realidad de que no era tan fácil el mantenerla oculta de toda inseguridad. Era un imán para los problemas y parecía que podrían empeorar en cualquier momento. No importaba lo que hiciera, ella resaltaba demasiado con sus acciones espontáneas y fuera de lo común dentro de los estándares sociales. Por lo mismo había sabido desde el principio que dejarla desarrollarse sola no era una opción, la chica era rara y el mundo siempre la juzgaría por ello.
Si sólo estuviera en riesgo su vida, no le habría importado en absoluto que las cosas siguieran su curso. Su mera existencia tenía un propósito que él había cambiado por el de proteger al único ser que le interesaba que estuviera bien. El resto podrían irse al infierno cuantas veces quisieran.
Se giró de nuevo hacia Sans, el cual le observaba pacientemente sin volver a tocar su botella. Detestaba lo que estaba a punto de hacer, pero el esqueleto tenía razón en algo. Había cosas en las que no estaba logrando protegerla y que él sí tenía la habilidad para hacerlo. Un claro ejemplo había sido el percance con el magnate robótico. Una situación que nunca se atrevió a expresar abiertamente, pero que no le gustaba para nada lo rápido que había conocido a los perros.
-Escucha, no me agradas, jamás me agradarás y realmente te quiero muerto –Comentó la planta con un gesto macabro –Pero puedo aceptar la tregua bajo mis condiciones.
-Soy todo oídos, jeje. –Se rio de su propio chiste, mientras ponía sus manos en donde se supondría que estarían sus orejas.
-Lo primero que quiero es que me digas si has encontrado algo sobre la vida de Frisk. –Continuó sin irse por las ramas e ignorando el acto patético del mafioso. –Si hay tipos vigilando sus movimientos, necesito saber en dónde hay fallas para ver la forma de reforzarlas cuanto antes.
-Bien, comprendo eso. –Mantuvo su sonrisa con simpleza.
-Lo segundo es que no investigues más sobre ella. Hablo muy enserio cuando digo que la pondrías en peligro por eso.
-Está bien.
-Y lo tercero es... ¡¡DEJA DE COQUETEAR CON ELLA!!
Sans no pudo evitar reírse abiertamente de su reacción exagerada. Le era cómico que una florecilla le pidiera tal cosa como si de un hermano mayor se tratase, pero eso le dio a entender que realmente quería proteger a la chica de cualquier cosa. Aunque fuera un ser sin la capacidad de sentir emociones, vaya que sabía comprenderlas a la primera. ¿Cómo? Le era un misterio que no le interesaba saber.
-¿Porqué? ¿Acaso está dando resultado?
-Más bien todo lo contrario, eres una verdadera molestia para ella y para mí.
-Awww, temes sentirte desplazado. –Tocó uno de sus pétalos marchitos con un dedo, a lo cual la flor se apartó bruscamente e intentó morderlo sin éxito alguno. –Descuida, siempre tendrás lugar en su jardín.
-Si sigues con eso, tú también... a kilómetros bajo tierra. –Su gesto maléfico era el que recordaba de él. –Yo mismo me encargaré de eso.
-Qué considerado de tu parte, nadie se había preocupado tanto por mí. –Comentó sarcásticamente mientras seguía divertido con sus reacciones. –Oh espera, ella sí se ha preocupado por mí, y vaya que ha sido especial.
Flowey gruñó cada vez más fuerte ante una irritación evidente. Aunque le fuera de lo más divertido, Sans decidió parar si quería continuar con el trato. Era obvio para ambos que no se agradaban entre ellos y que tampoco buscaban cambiar eso, pero al tener en común querer proteger a la amante de las flores les hacía recapacitar de antemano sus acciones.
-No me sobrepasaré con ella, nunca tuve intenciones de hacerlo después de todo. –Le extendió una mano hacia él. – ¿Tenemos un trato, entonces?
La flor le miró grotescamente antes de extender una de sus raíces para "estrecharle la mano".
-Rompe la tregua y te mato. –Le advirtió la planta sin soltarlo.
-Lo mismo digo. –Le observó fijamente con su ojo azul luminoso.
Permanecieron en silencio sin querer ser el primero en soltarse el uno al otro. No fue hasta que el dueño del bar hizo acto de presencia que se soltaron al unísono tras no querer ser vistos de esa forma, pero era claro para todos los presentes que sabían qué estaba pasando en el lugar. Sin más, el hombre llama le tiró encima un vaso de agua a la planta, teniendo mucho cuidado de no salpicar. La flor iba a replicar por lo repentino que había sido eso, pero terminó agradeciendo en silencio tras sentirse más cómodo ahora que se estaba hidratando.
El mafioso le agradeció con un gesto, demostrando que él había sido quien le había pedido ello de alguna forma extraña, ya que nunca le escuchó decir algo al respecto o alguna señal que indicara tal cosa. Fue así como supo Flowey que el mafioso tenía como aliado o socio al dueño del bar, mostrando que en definitiva se encontraba en terreno suyo.
Y también que la tregua era enserio.
...
-¡...Y ENTONCES LOGRÉ DETENERLO JUSTO CUANDO MENOS SE LO ESPERABA!
Las velas cada vez más se volvían más pequeñas conforme pasaba el tiempo y su luz amenazaba con extinguirse en cualquier momento. Mientras que Papyrus contaba sus centenares de anécdotas de sus exitosos enfrentamientos, Frisk había estado escuchándole con resignación mientras apoyaba el codo en la mesa para recargar su cabeza con su mano, mientras que con la otra se ponía a revolver el espagueti con el tenedor y sin comerlo. Si su madre la viera en ese momento, sin lugar a dudas la regañaría por jugar con la comida de esa forma, pero también la regañaría por no estar comiendo más sano últimamente.
Al recuerdo de su madre y de su hogar, no pudo evitar lanzar un suave suspiro. Extrañaba su comida, sus pláticas, sus regaños... Deseaba poder contactar con ella, pero ante la promesa que le había hecho le era imposible, además del hecho de que en esa casa del pueblo y en la que ella vivía ahora no tenían teléfono. Mandar correspondencia sería romper la promesa que le había hecho tras partir, por lo que tampoco podía hacerlo.
-¿ACASO LE ESTOY ABURRIENDO? –Había un ligero tono amenazante en su voz alzada.
-No... más bien me acordé de... Olvídelo. –Se detuvo Frisk considerando que no valía la pena contarlo. –Por favor, prosiga.
-UMMM... POR MUCHO QUE SEAN GENIALES MIS HAZAÑAS, ES MOMENTO DE QUE ME CUENTE ALGO DE USTED, HUMANA.
-¿Qué... le gustaría saber? –Dejó de revolver el espagueti para prestarle mayor atención.
-¿CÓMO FUE QUE USTED Y D... EEHH... LA FLOR, SE CONOCIERON?
-¿Flowey? –Se extrañó la humana de tal pregunta. Si realmente quisiera saber sobre su amigo, habría permitido ir también a la extraña cita ¿no es así? Para no dejarlo en más espera ante la irritabilidad notable del mafioso, soltó el tenedor por completo y se recargó en la mesa para contarle. –Creo que tenía 14 o 15 cuando lo conocí. Mi madre solía llevarme una vez a la quincena al arroyo del pueblo con tal de que saliera de mi casa. Así que mientras ella estaba sentada bajo un árbol leyendo un libro, yo me dirigí lo más cercano al arroyo para recoger algunas semillas. Y ahí... fue cuando lo vi.
-¿ASÍ SIN MAS? –Le fue extraño a la humana notar que tenía cierta urgencia de más detalles.
-Bueno, primero estuve recolectando varias flores antes de dar con él. Estaba muy herido cuando lo encontré, apenas y podía moverse... pero lo que me llamó justamente fue eso, que era una flor que se movía y... que me veía directamente. –Hizo una pausa tras recordar aquel cálido día de verano, en el que se había convertido en un giro inesperado de su corta vida. –No dudé en dejar todo lo demás y llevarlo conmigo para cuidarlo. Tenía sus pétalos perforados y raíces maltratadas, pero era algo que podía solucionar y lo hice. Tras varios días de cuidado intensivo... él me habló, agradeciéndome por haberlo llevado conmigo. Y cuando estuvo mejor le pregunté que si quería que lo dejara en donde lo había encontrado, pero él fue firme en no querer estar en algún otro lado, así que con el permiso de mi madre se quedó conmigo. Y tras un tiempo estando juntos, nos volvimos amigos.
Había terminado de relatar la versión corta de su encuentro en tal pasividad, que no se había dado cuenta de que había esbozado una tenue sonrisa como conclusión de un buen recuerdo. Papyrus le observaba con atención, como si esperara que le dijese algo más sobre ello.
-LA FLOR PARECE SER PELIGROSA ¿NO LE HA CAUSADO DAÑO ALGUNA VEZ?
-Oh no, todo lo contrario. Él siempre está cuidándome. –Sonrió aún más tras entablar una plática de su agrado, olvidando por completo de que debía mantenerse cautelosa. –Sé que tiene un carácter complicado, pero él siempre ve lo mejor para mí aunque nunca lo admita. Gracias a él nunca me he sentido sola.
-SOLEDAD...
Ahora había sido el esqueleto quien había suspirado tenuemente, cosa que le llamó la atención a la humana a tal grado de querer saber por primera vez algo de él. Dándose cuenta de que le estaba observando directamente, Papyrus desvió la mirada con rapidez con tal de controlarse a sí mismo.
-N-NO ES QUE COMPRENDA ESE SENTIMIENTO, YO NUNCA ME HE SENTIDO SOLO...NYEHEHEHEHE. –Su risa fue tan exagerada, que Frisk supo de antemano que estaba mintiendo sin conocerlo a profundidad. –SIEMPRE HE TENIDO A MI PADRE Y HERMANO... NO NECESITO NADA MÁS.
-¿No tiene amigos? –Preguntó sin notar lo crudo que había sido tal directa.
-YA SE LO DIJE, HUMANA. NO PODEMOS ENTABLAR AMISTADES EN ESTE NEGOCIO. CUALQUIERA PODRÍA TRAICIONARTE.
-Suena a una profesión que no vale la pena en ningún aspecto. –Pensó en voz alta mientras analizaba la situación. –Mancharse las manos por un negocio que atenta contra tu vida, sin poder decir que es algo que brinda bienestar en algún aspecto.
-SI BUENO, ¿Y USTED QUÉ PODRÍA SABER DE ESO? –Volvió a sulfurarse con ella mientras la observaba molesto. Frisk comenzaba a comprender que se trataba de alguien que siempre se mantenía a la defensiva ante el orgullo de que nunca se le viese como alguien inferior. Su poca tolerancia era un indicativo a ello. –COMO HUMANA SEGURAMENTE NUNCA HA SUFRIDO LO QUE ES TENER MIEDO A PERDER UN SER QUERIDO EN CUALQUIER MOMENTO. NUNCA HA TENIDO QUE CONVERTIRSE EN ALGO QUE NO QUERÍA CON TAL DE NO PERDER A NADIE MÁS... YA QUE, EN ESTA CIUDAD, O TE MATAN O TÚ LOS MATAS PRIMERO.
Sintiendo que había hablado demás, Papyrus desvió de nuevo su mirada y se puso a tomar de su copa con tal de hacer algo con las manos. Frisk mantuvo su mirada en el mafioso en espera de poder captar algo más allá de sus palabras, pero tan sólo le vino el recuerdo de lo que había comentado respecto a su madre. Le daba la impresión de que todo su desprecio a la humanidad provenía de la pérdida de su familiar, pero que fuera de ello, no tenía más razones para odiarlos. ¿O acaso se trataba de un desprecio infundado?
-Lo lamento... debió dolerle mucho saber que no vería más a su madre. –Le comentó en espera de poder calmarlo, pero su expresión le indicaba que había hecho más bien lo contrario. –Si puedo comprender ese sentimiento.
-NO, NO PUEDE COMPRENDERLO.
-Perdí a mis padres biológicos cuando yo era una bebé... así que no siento dolor al no tener ningún recuerdo de ellos, pero sí de mis hermanos. –Instintivamente tocó su relicario en forma de corazón. –Murieron cuando yo era niña.
Tal información captó la atención del mafioso y dejó su copa sobre la mesa para escucharle más. Frisk sentía que Flowey le regañaría por comentar tal cosa de su vida con un criminal, pero al igual que lo que le pasaba con Sans, sentía que no había peligro con tal información empática de su parte. El esqueleto se había abierto en contarle que humanos habían matado a su madre, ¿por qué no ella decirle algo equivalente de su vida?
-¿CÓMO... MURIERON?
-¿Mis padres? Me dijeron que en un accidente automovilístico en el que sólo sobrevivimos mi hermana y yo. –Respondió sin preocupación alguna, pero se puso a acariciar la superficie de su copa con un solo dedo. –Fuimos adoptadas de inmediato por una maravillosa familia, pero años después murieron mi hermano adoptivo y ella. Nunca me dijeron de que, y tampoco quise preguntar al ver que les dolía mucho a mis padres, así que... fue así como me quedé sola en cierto punto. No hasta que conocí a Flowey al menos.
-LO... LO SIENTO. NO SABÍA... -Se sintió un tanto avergonzado ahora de su comportamiento con ella. Nunca se hubiera imaginado que también ella hubiera perdido familiares. Y si bien no se comparaba con el hecho de que en su caso había sido por un asesinato, no quitaba el hecho de que extrañarlos era doloroso de cualquier forma. –ASÍ QUE POR LA FLOR NO SE HA SENTIDO SOLA ¿CIERTO?
-Así es. Es mi único amigo. –Esbozó una tímida sonrisa con ello mientras continuaba acariciando la copa. –No soy alguien sociable, así que me es fácil poder hablar con él sin preocuparme de herir algún sentimiento suyo. Mis comentarios parece ser que no son del agrado de muchos.
-ENTIENDO ESO, A MI SUELEN DECIRME QUE SOY IMPRUDENTE O IRRITABLE. –Se recargó en la mesa pensando en esos detalles. –CLARO QUE NO PUEDO TENER AMIGOS, PERO ESO NO SIGNIFICA...
"... que quisiera tenerlos" contestó Frisk en sus adentros. Dejó de acariciar la copa tras sentirse extraña con el ambiente que se estaba formulando entre ellos. Podía notar que el esqueleto estaba en las mismas que ella tras encontrar accidentalmente algo en común. Evitaron mirarse directamente por varios minutos tras una incomodidad evidente entre ellos.
Frisk nunca había considerado como un problema el no tener amigos si contaba con Flowey para eso, pero admitía muy en el fondo de que le gustaría poder entablar conversaciones más amplias que sus simples quejidos sobre sus acciones o su sobreprotección un tanto exagerada. Agradecía que siempre estaba él para escucharle lo que sea después de todo, en verdad le quería mucho tras contar con él por muchos años. Ella no se describía como alguien carismática ni amable, pero si Sans estaba empeñado en agradarle...
-¿Puedo preguntarle algo sobre su hermano? –Le comentó enfocándose más en la llama de la vela que en el sujeto que tenía enfrente.
-¿QUÉ QUISIERA SABER?
-¿Por qué él insiste en que me agrade... o en cuidarme, o... simplemente estar conmigo?
Papyrus volvió a mirarla fijamente como si no hiciera crédito a lo que estaba preguntando. Esperó en silencio a que dijera algo más aparte de su simple pregunta, pero en cuanto notó que ella no apartaba la vista de la vela consumiéndose, se irguió para tomar su copa una vez más, la revolvió suavemente y le dio un pequeño trago antes de contestarle mientras observaba su copa aún bastante llena.
-COMO JEFE, NUESTRO PADRE NOS TIENE MUCHAS REGLAS PARA SOBREVIVIR EN EL NEGOCIO, PERO AUN ASÍ COMPRENDE MUCHAS COSAS Y ES BASTANTE ACCESIBLE EN CUANTO A... NECESIDADES. –Esperó alguna reacción por parte de la humana para ver si había comprendido su última palabra, pero al ver que seguía sin mirarle directamente, dejó su copa y se recargó en su asiento para estar más cómodo. –MENSUALMENTE NOS DEPOSITA A NUESTRAS CUENTAS CIERTA CANTIDAD MONETARIA DESTINADA A PROSTITUTAS. ÉL SIEMPRE NOS DIJO QUE NO LE INTERESABA SI LO LLEGÁBAMOS A UTILIZAR O NO, QUE SERÍA LO ÚNICO QUE NO NOS INVESTIGARÍA AL "COMPRENDER" TAL NECESIDAD. QUE SÓLO NO QUERÍA TENER QUE LIDIAR CON PROBLEMAS Y QUE ESA ERA SU FORMA DE RESOLVER LA SITUACIÓN MIENTRAS TUVIÉRAMOS CLARO LAS REGLAS DE LA FAMILIA.
La florista volvió a mirarlo fijamente sorprendiéndose con ese dato tan escandaloso para ella. Si bien albergaba en su mente la incógnita de si lo habían utilizado alguna vez, lo cierto es que le alteraba más el detalle de que justamente fuera el padre de ambos quien les daba tal acto permisivo. ¿Qué clase de padre era? ¿Les pagaba para... que tuvieran "eso"? ¿Por qué le daba la impresión de que en la ciudad todos eran tan urgidos de encuentros sexuales? No olvidaba cómo se había mostrado Mettaton con las conejas de la tienda de ropa, o los preservativos usados en el parque.
-EL PUNTO ES, QUE ME PARECIÓ EXTRAÑO QUE SANS MOSTRARA INTERÉS EN MANTENERLA OCULTA DE NOSOTROS. –Continuó al ver que la humana seguía sin decir nada. –Y COMO SANS ES UN FLOJO HASTA PARA MANEJAR SUS CUENTAS, ME FUE FÁCIL ACCEDER A LA SUYA Y VER SUS ÚLTIMOS MOVIMIENTOS. FUE ASÍ COMO DESCUBRÍ QUE ESA CANTIDAD MENSUAL QUE NOS DA NUESTRO JEFE, SIMPLEMENTE ÉL LA DESVIABA Y LA PONÍA COMO SI USTED PAGARA EL SERVICIO DE SEGURIDAD. NUNCA SE DARÍA CUENTA NUESTRO JEFE SI ESE ES EL ÚNICO DEPÓSITO QUE NO REVISA, ASÍ QUE FUE ALGO ASTUTO DE SU PARTE... PERO NO LO SUFICIENTE SI YO PUDE DESCUBRIRLO.
-¿Trata de decirme que... estaba pagando por mí, como si lo hiciera por una prostituta? –Preguntó incómoda de pensar que su acosador personal la viera como una. ¿Así que era eso lo que buscaba de ella? Si era el caso, le daría la razón a Flowey de su sobreprotección entonces.
-¿QUÉ? NONONONO... LO ESTÁ VIENDO POR EL LADO EQUIVOCADO. –Se escandalizó de que interpretara ello de la peor forma. No quería malentendidos por culpa suya.
-¿Cómo debería de tomarme eso, entonces? –Nuevamente preguntó incómoda, mientras pensaba con seriedad el ponerle límites extremos al esqueleto por cualquier cosa.
-ÉL PREFIERE ESTAR CON USTED QUE CON CUALQUIERA. ES ALGUIEN IMPORTANTE PARA ÉL AHORA... ES POR ESO QUE ME PREOCUPA. –Terminó diciendo ante la desesperación de querer arreglar algo antes de sentir que lo había arruinado. –HA ROTO MUCHAS REGLAS DE NUESTRA FAMILIA SÓLO POR QUERER VERLA... Y NO PARECE IMPORTARLE.
Seguía sin entender del todo las acciones de Sans, pero si era tal como describía el caso su hermano, significaba que optaba por escucharla y darle a probar cosas nuevas para ella, en vez de disfrutar un rato de placer carnal con cualquier otra. No era un pensamiento del todo agradable tal desvío económico (y que su padre incentivara tal cosa), pero le fue un tanto tierno el hecho de que la prefiriera a ella, una pueblerina nada sociable, que a cualquier otra chica que pudiera darle una satisfacción más "apetecible".
Sin darse cuenta, se había sonrojado tras descubrir que era alguien importante para alguien más, fuera de un vínculo familiar o Flowey.
-Lo siento. –Susurró con timidez sin siquiera saber por qué.
-NO ES SU CULPA. DESPUÉS DE TODO, HAN SIDO LAS DECISIONES DEL INSENSATO DE MI HERMANO. USTED NI SIQUIERA SABÍA ALGO SOBRE ESTO.
-No, pero pareciera ser algo muy malo para usted todo esto.
El esqueleto no dijo nada más al respecto, tan solo sacó del bolsillo interno de su saco un reloj de oro y revisó un tanto preocupado la hora dada su reacción inmediata. Lo volvió a guardar y le dio un últi mo trago pequeño a su copa, la cual aun así permaneció casi llena de lo tanto que se había servido sin querer. A Frisk le daba la impresión de que no solía beber a comparación de lo que vendría haciendo Sans, cosa que le pareció bueno para su salud.
-YA ES MOMENTO DE DEVOLVERLA A SU HOGAR, HUMANA. SANS Y YO TENEMOS UN PENDIENTE POR ATENDER MÁS TARDE. –Se paró para indicarle de que hiciera lo mismo, cosa que Frisk entendió a la primera. –YA NO TIENE CASO QUE INTENTE COMERSE LA PASTA ESTANDO YA FRÍA.
-Ohh, lo siento. –Se apenó de haber sido tan grosera de dejarla intacta. –Puedo cocinar yo para la próxima vez.
-¿PRÓXIMA VEZ? –Aunque se le viese serio, lo cierto era que sus ojos habían brillado tras escuchar eso.
-Bueno... ustedes dos están yendo a mi florería, así que en un día de esos puedo invitarlos a comer. –Quiso sonreír para verse amable, pero lo cierto era que estaba meditando su invitación sabiendo que a su amigo no le gustaría.
-BIEN, ENTONCES SORPRÉNDAME. DUDO QUE PUEDA SUPERARME, PERO LE DEJARÉ INTENTARLO.
La florista se dirigió lentamente hacia la puerta trasera de la que habían entrado, y mientras regresaban al vehículo para retirarse de una buena vez, mantuvo su mente llena de preguntas que no estaba del todo segura de sí querría una respuesta para ellas.
***
¿Qué es esto? ¿Una actualización pronta de Flapper Florist? Woooooooooooo (mi mente divagando con mi propia tontera).
Me fue incómodo escribir tanto con mayúsculas, siento que les estoy gritando en toda la lectura, lo siento x__x
En el siguiente capítulo subiré la nueva imagen desbloqueada junto con algo más que espero que sea de su agrado.
**inserte sus teorías locas aquí y luego tome una michigalleta**
Michi fuera!
:)
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