Nunca supe que necesitaba [Ferriswheelshipping]
La primera vez que te vi, la primera vez que interactué contigo, esto definitivamente no hubiera sido una de las posibilidades que pensaba que nos hubieran esperado. Entre los muchos giros del destino, en el futuro que vi, nunca estuvo esta opción pero aún así no puedo decir que me arrepienta. Recuerdo cada momento que estuvimos juntos, recuerdo también como nos fuimos conociendo hace ya tres años...
Por el modo en que has cambiado mis planes,
Por haber sido la perfecta distracción.
En ese momento nuestro encuentro no fue especial, no del modo que se volvió nuestra relación. Sólo eras una entrenadora más de las que veía cada día, eras otra persona que encerraba amigos en esas cárceles llamadas pokeball. Eso fue lo primero que pensé al oirte discutir con Cheren sobre lo que había dicho el Equipo Plasma. Nunca hubiera tenido intención de hablarte realmente, ni siquiera para demostrar mi punto de vista; no era ese tipo de persona en el momento que te conocí, mi objetivo no era pelear tampoco. Prefería mantenerme callado y no tratar de luchar cada pequeña batalla que podía para ganar una guerra, mi idea era una mayor pero, no pude ignorar las palabras de tu pokemon en ese momento... Gigi, la pequeña Tepig que te acompañaba quería estar a tu lado. Como aliada, como amiga... como familia. No podía entenderlo, no pude entenderlo y por eso tomé la decisión de acercarme a ti...
En ese momento recuerdo haber tratado de decirte lo que tu pokemon decía pero fui interrumpido por Cheren, realmente es un buen amigo tuyo, hasta ahora me doy cuenta de lo que hizo en ese momento fue tratar de protegerte. No pude evitar preguntarme la razón y te terminé retando a un combate pokemon en cuanto supe tu nombre. Quería verlo con mis propios ojos, el motivo por el cual ese pokemon te quería tanto.
No supe siquiera en que momento esa pequeña Tepig pudo con todos mis pokemon ella sola, no entendía como obtenía su fortaleza si todo lo que hacías era dar órdenes carentes de sentido mientras podía ver miedo en tus ojos. Entonces aún después de haber perdido me seguí preguntando el motivo ¿Por qué temías? ¿Por qué ese pokemon te amaba? ¿Por qué trataba tanto protegerte?
No supe entonces en que momento me fui interesando más y más en ti. Quería saber más, ver más, sentir más todo lo que tus pokemon dijeran. Quería buscar un método para liberar a mis amigos sin que hubiesen daños así que fui al Museo de Ciudad Esmalte y ahí lo encontré en una exhibición. Me molesté mucho en ese momento, esas personas ni siquiera sabían que era aquella roca y la exponían como una especie de trofeo entre esas cuatro paredes. Pero aún así... Cuando traté de hablarle, de convencerlo de unirse a mi causa, de demostrarle como los mismos humanos que había salvado hace cientos de años ahora lo estaban lastimando...
Zekrom se negó a escucharme.
Dijo que estaba esperando, dijo que no culpaba a los humanos. Me habló de un mundo ideal, un mundo que alguien desearía junto a él, me habló de que alguien especial lo rescataría de ese lugar y llenaría su corazón, también me dijo que yo no era esa persona. Me dijo que el héroe que esperaba volvería luz la oscuridad en su corazón y mostraría al mundo el modo correcto de hacer las cosas, también me dijo que mi mundo ideal era perfecto tanto que era algo irreal, me dijo además que no esperaba que yo entendiese ya que sólo existía alguien que realmente estaba hecho para entenderle, entonces apareciste tú.
Pude sentir como Zekrom se sintió atraído a algo del exterior, algo que lo llamaba, entonces dejó de hablarme. Cuando salí de ese lugar fuiste lo primero que vi entonces por un momento traté de comprobar mi punto de vista contigo, estaba molesto porque Zekrom me había rechazado. Quería que alguien entendiera mis motivos así que te lo conté.
"Yo... quiero presenciar algo que no ha visto nadie jamás. La verdad revelada sobre los Pokémon encerrados en las Poké Balls. Los ideales sobre aquellos que se hacen llamar Entrenadores. Y un futuro donde los Pokémon puedan vivir en plenitud. Seguro que compartes mi visión..."
Traté de hacerte ver el mundo como yo lo veía por primera vez, en ese lugar. Pero a pesar de que entendías mi punto de vista y estabas de acuerdo, seguías luchando. Y no tuve más remedio que tomar tus acciones como mías, si las palabras no funcionaban aún a pesar de haber un entendimiento, la respuesta verdadera la obtendría de tus acciones.
Por el modo en el que tomaste la idea que tenía,
de todo lo quería tener.
Y me hiciste ver que había algo que me faltaba.
Por segunda vez perdí en ese momento pero aún así el temor seguía en tus ojos. Un miedo extraño que no podía explicar, un miedo atado a algo que no podía ver. La próxima vez que te vi fue en Ciudad Mayólica luego de haberte dicho en Esmalte mis intenciones de resucitar a Reshiram y de cambiar el mundo, parecías divertirte. Tus ojos en ese momento cuando entraste al parque de atracciones fueron unos que nunca había visto antes, estaban llenos de furia y otra vez sentí esa curiosidad por ti y aproveché la oportunidad que tenía para saciar esa curiosidad.
Recuerdo haberte invitado a buscar juntos al Equipo Plasma, recuerdo que mientras lo hacíamos no se porqué terminé disfrutando del parque de atracciones contigo. Nunca lo había hecho, sólo iba a ver la noria del centro, pero ese día recuerdo haber comprado algodón de azúcar y crepes sólo porque vi como tenías hambre. En aquel momento sabía que no lo comprendía y que sólo había sido un impulso pero recuerdo incluso haberte alentado a buscar a los propios miembros de mi equipo para que les dieras una paliza. No era algo que podía permitir, pero tampoco quería ver esa cara con la que entraste al lugar, quería verte sonreír por algún motivo...
Entonces me di cuenta de que realmente quería tu amistad, así que decidí contarte todo en un lugar privado, en un lugar donde no haya posibilidad de pelear tampoco, sólo tu y yo. Ahí te invité a la noria y te conté toda la verdad. Si algo iba a nacer en ese momento, terminé destruyendolo... o eso pensé.
Por el final de mi primer comienzo
Y por lo extraño e inesperado de una nueva amistad.
"Antes que nada, debes saber que soy el líder del Equipo Plasma."
En cuanto dije esas palabras la sonrisa que estaba en tu rostro desapareció, en ese momento sentí como si algo en mi interior se retorciera a pesar de que no demostré nada en mi rostro. El tuyo sin embargo, estaba lleno de lo que podía describir como traición, odio y una profunda tristeza de la cual no sabía el motivo ¿Podría ser que te interesase alguien como yo de alguna forma? No, no podía ser eso, y tampoco hubiera sido algo que yo hubiese podido aceptar. En ese instante algo como una amistad entre nosotros era imposible, pero aún así...
En el momento en el que te levantaste de golpe dentro de aquella cabina, tanto Servine y yo nos sorprendimos, a él parecías no gustarle mucho desde un principio o tal vez porque fue derrotado por la pequeña Tepig que estaba a tu lado. Por segunda vez vi esa mirada en tu rostro y por un segundo parecía derretirme en el lugar, no supe que era ese sentimiento, pero tus ojos parecían arder con furia y dolor a la vez que me tomaste del cuello de la camisa y me llevaste a tu altura.
"Te odio"
Esas palabras fueron las que oí de tus labios antes de que Servine te empujase hacia atrás y cayeras al suelo del pequeño cubículo metálico en el que estábamos. Pensé que te enojarias, pensé que ordenarías a Tepig a atacar ya que Servine lo había hecho, te había atacado con sus lianas incluso te había lastimado en la mejilla según pude ver. No podía enojarme con él y no dije nada pero aún así mi mano trató de acercarse a ti por su cuenta. La golpeaste y rechazaste poniéndote en pie.
"¡No me toques!"
Esas palabras me detuvieron por completo y antes de poder reaccionar habías abierto la puerta de la cabina y el viento debido a la altura nos había envuelto. No pude ver tus intenciones de inmediato pero tus palabras me lo confirmaron, no querías estar en el mismo lugar que yo, no querías seguir compartiendo espacio conmigo. Cuando descubrí eso no pude evitar sentirme de ese extraño modo, pero para cuando pude reaccionar tratabas de convencer a Gigi de acompañarte pero ella nunca se movió del lugar entonces me percaté de ello. Habías llamado a Gigi por otro nombre, tu misma incluso te diste cuenta luego de decir que querías protegerla esta vez. De repente empezaste a disculparte por algo y al retroceder resbalaste. En ese momento no se que que pasó, sólo se que mi cuerpo reaccionó por su cuenta en un impulso y salté desde mi asiento hacia el borde de la cabina para poder salvarte, cuando reaccioné del todo descubrí que había gritado de manera desesperada y le había ordenado a Servine usar látigo cepa para sujetar tu cuerpo y poder sostenerte de la mano. Entonces entendí ese miedo que había visto en tu mirada antes... el miedo a perder algo.
Por el modo en que has sido algo que yo nunca hubiese elegido
Pero al mismo tiempo, algo que no quiero perder
Y que no quiero estar sin ti nunca más.
En ese instante tus ojos se encontraron con los míos y lo próximo que supe es que te habíamos subido y tu cuerpo estaba sobre el mío mientras estaba sentado en el suelo de metal y la puerta se había cerrado. Cuando traté de comprobar tu estado te habías desmayado así que decidí llevarte a un centro pokemon.
Luego de ese accidente Gigi me pidió quedarse a mi lado, me pidió incluso tomar su pokeball de tu bolso. Por supuesto no lo hice, sino ella por su cuenta. No sabía el motivo, pero no era tampoco que ella quisiera abandonarte, había un motivo oculto que yo no podía ver, pero acepté. A cambio dejé en su lugar la pokeball de uno de mis compañeros que ya conocías y a él a tu lado, a pesar de que no estaba feliz por ello, terminó aceptando porque fue mi petición. Quería saber más de ti, quería también ver como era el Equipo Plasma desde tu punto de vista, quería ver como tratabas a los pokemon cuando nadie estaba viendo. Quería saber más, quería saber quien eras realmente.
Pensé que nunca más nos encontraríamos luego de eso pero al día siguiente nos vimos otra vez en el parque de atracciones frente a la noria. Pensé que vendrías a reclamar que te devolviera a Tepig, pensé que vendrías a retarme a un combate pokemon, pero nunca hiciste nada de eso. En cambio me diste las gracias y miraste a Tepig por un segundo para luego agachar la cabeza y disculparte y cuando ibas a irte llegaron dos de los miembros del Equipo Plasma y no tuvimos más remedio que pelear. Luego de eso me fui del lugar, no quería ver esa mirada de desprecio en tu rostro, no quería oir tus rudas palabras de nuevo. Por algún motivo no quería reconocer ese lado de ti que parecía odiarme. Estaba bien con la Touko que comía algodón de azúcar y reía junto a sus pokemon.
Eres lo mejor que nunca supe que necesitaba.
Cuando te vi de nuevo, fue en la cueva electroroca. Sabía que no tenía derecho a hablarte, que no habría modo de que quisieras verme así que le pedí a los del Trío Sombrío que te trajeran a mí, entonces pude ver que ese también había sido un error...
Dijiste que era repudiable, que odiabas a las personas siguiendote y cuando te dije lo que hable con mi padre sobre ti pude sentir una llama encenderse en tu interior. No sabía porque podía ver cierta ¿felicidad? en tu mirada pero, al mismo tiempo había un odio profundo. Un odio que no era capaz de eliminar sin importar cuanto hiciera o dijera... Entonces preferí hablar sobre tus amigos y sus ideales, esa también fue una mala decisión...
"Un mundo con variedad de puntos de vista está condenado al fracaso. Y eso es algo que no pienso permitir. Humanos y Pokémon son seres distintos, ¡como la noche y el día! Sólo estando separados podrán los Pokémon gozar de una vida plena. ¡Sí! ¡Ese es mi gran sueño! ¡El que debo hacer realidad! ¡Touko! Tú también tienes sueños, ¿verdad?"
Y cuando te pregunté por tus sueños y aspiraciones por un segundo vi tu sonrisa cuando me mirabas, desearía saber el sueño de aquel momento, me gustaría poder entenderte tan bien como a los pokemon... era extraña en ese entonces mi forma de pensar. Pero tu respuesta fue suficiente para mí.
"Si, hay un sueño que quiero cumplir. Un sueño muy diferente al tuyo, uno aún más ingenuo"
Entonces la acepté en el fondo de mi corazón, fuera cual fuera el sueño que tuvieses, desde el fondo de mi corazón pensaba que no podía estar mal, que podía hacerse realidad también.
"También tienes sueños... eso es maravilloso. ¡Déjame comprobar qué tipo de sueños tienes retándote a un combate!"
Desde ese momento sucedieron muchas cosas, me derrotaste como de costumbre. Conocí a la persona que te había vuelto una entrenadora y traté de imponer mi verdad sobre el mundo otra vez, sólo para obtener esa mirada tuya de desaprobación mientras te mantenías a mi lado. Incluso dejé que te enfrentases a una gran cantidad de miembros del Equipo Plasma para satisfacer la curiosidad de mi padre y no pude dejar de sentirme culpable pero como si fueras dueña de la electricidad del lugar, justo con un pequeño pokemon que habías capturado los derrotaste a todos... Y cuando te encontré en ciudad Loza, aquel Servine que había dejado a tu lado ya no estaba. En cambio había un orgulloso Serperior parado junto a ti, sin un rasguño, saliendo del gimnasio de la mujer que usaba tipo volador. Estando en la mayor desventaja habías ganado, el pokemon al cual no le agradabas, había terminado peleando por ti. No pude evitar acercarme una vez más.
Vi como me mirabas así que no pude hablarte, preferí hablar con Serperior en su lugar, pero lo que me dijo me sorprendió aún más. Me dijo cosas de ti que no esperaba haber conocido nunca, cosas demasiado tristes... y sin darme cuenta terminé omitiendo información de lo que dijo cuando te hablé. No podía poner en palabras el hecho de que conocías mi mismo dolor, no, conocías un dolor que yo no había experimentado por mi cuenta. Tu primer pokemon, tu primer compañero, aquel con el que seguramente habías vivido mucho tiempo y hecho promesas... estaba muerto.
Cuando me enteré de eso no supe que hacer, no supe que decirte así que sólo pude mirar, y por un momento tu expresión pareció calmarse mientras regañabas a Serperior de manera juguetona. ¿No eras capaz de enfadarte con un pokemon? ¿Sólo era porque yo estaba ahí? Las preguntas que pensé que había respondido hace segundos se habían vuelto interrogantes otra vez y cada segundo que te miraba conocía una parte de ti desconocida. Quería ver más, no tenía tiempo para eso, eras el enemigo... pero aún así. Quería ver más cada faceta de ti que desconocía.
La Touko que reía en el parque de atracciones comiendo algodón de azúcar, la Touko molesta dentro de la cabina de la noria, la Touko que abrazaba a un pokemon dando todo su amor, la Touko que pensaba que los humanos y pokemon eran familia, la Touko que nunca pude ver pero que sufrió la muerte de un compañero, cada momento triste o feliz quería verlo. Quería ver el mundo que veían tus ojos. El mundo de Touko. El mundo de esa Touko no podía estar equivocado ¿cierto?
Y cuando estabas aquí yo no tenía idea,
Que eras lo mejor que nunca supe que necesitaba.
"¿Qué te parece, Touko? Tienes ante ti al héroe que ha de guiar al mundo. ¡Y, luchando junto a él, la poderosa silueta de un Pokémon!"
Esas fueron mis primeras palabras cuando nos encontramos en Duodraco, pude ver de cerca tu expresión de asombro y por algún motivo no pude evitar sentirme orgulloso de mi logro. Pero al mismo tiempo ¿Por qué estaba triste? ¿Era porque todo terminaría pronto? ¿No podría oir otra vez tus bromas de llamarme 'mi señor' o 'mi rey' mientras derrotadabas a todos los miembros de mi equipo? ¿Realmente estaba tan cerca el final? Pero, lo que más no podía soportar era como la expresión de tu rostro más que asombro parecía la de un corazón roto...
¿También esperabas que no llegase tan lejos? ¿Esperabas también seguir como antes para siempre? Yo también...pero no pude dejar de hablar. No se suponía que debía ser amigo de mi enemigo y de quien iba en contra de todos mis principios...
"¡Ahora, Reshiram y yo nos dirigiremos a la Liga Pokémon y venceremos al Campeón! Y con ello pondremos fin a los combates, que tanto daño causan a los Pokémon. Un mundo únicamente para ellos... será por fin una realidad."
No podía traicionar a todos por mis deseos egoístas de estar contigo, como un amigo, como alguien a tu lado. Entonces me di cuenta de que, tal vez esa era la razón de tu mirada. Como el día y la noche, como el sol y la luna, como la luz y la oscuridad... Como ideales y verdad estábamos uno al lado del otro queriendo un entendimiento pero sin poder lograrlo. Dos mitades opuestas que nunca debían unirse... Como pokemon y humanos...
Pero aún así...
Y ahora está tan claro, te necesito aquí siempre...
"¡Para poder detenernos, tú también deberás demostrar cualidades heroicas! ¡Sí! Gánate el respeto de Zekrom, el antagonista de Reshiram, ¡y enfréntate a nosotros! ¡Tú intenta detenernos! ¿Y bien? ¿Qué piensas hacer? Según mis cálculos... Según el futuro que yo preveo, tu destino es hallar a Zekrom. ¡Tu equipo Pokémon cree en ti! La fórmula para cambiar el mundo... ¿Serás tú su incógnita sin resolver? ¡Si quieres proteger los lazos entre humanos y Pokémon, busca a Zekrom! Estoy seguro de que te está esperando en estado latente en el Orbe Oscuro."
Quería que me detuvieras.
Si alguien podía hacerlo eras tu, Zekrom te estaba esperando. Yo lo sabía, pero también sabía que no podíamos escapar de este destino. Entonces la próxima vez que nos vimos, fue la última. La batalla que debíamos tener por el mundo. ¿Cuáles serían más fuertes tus ideales o la verdad que yo quería mostrar a todos?
Pero cuando llegaste, Zekrom no estaba a tu lado... ¿Había sido mi culpa? Tu eras la heroína de los ideales, había confiado en eso profundamente, había confiado en ti desde el primer momento en que te vi, me habías gustado desde ese momento, pero ¿Podría ser que yo esperaba demasiado? ¿Podría haberme equivocado de persona en aquel Museo? Pero aún así si tenía decepción en mi tono de voz, aún si no tenías a Zekrom, por algún motivo tenía esperanza... y como siempre mi error al escoger las palabras fue el detonante.
"¡Me he estado engañando a mí mismo todo este tiempo!"
Si, eso fue cierto, pero no por lo que yo pensaba. Me estaba engañando a mi mismo cuando creí que te conocía, cuando pensé que lo había visto todo y te entendía. Me estaba engañando a mi mismo cuando pensé poder derrotarte.
"¡Es evidente que jamás nos entenderíamos por más que combatiéramos!"
¿No nos entenderiamos? Que broma más estúpida, no había nada que no entendieramos del otro, precisamente por eso estábamos en ese lugar. Porque conocíamos tanto al otro que no podíamos renunciar. Un par de estúpidos obstinados. Si, un obstinado, porque aún sabiendo y conociendo tu forma de pensar, preferí unirte a mi causa. Te quería a mi lado, no en mi contra...Quería una reina.
"¡Tienes dos opciones! Puedes librar un combate en vano contra mí para la persecución de los ideales... o puedes luchar a mi lado por un mundo donde los Pokémon puedan vivir libres de los humanos."
Pero como esperaba, tu respuesta, si hubiera sido una llama sería la perfecta demostración de que no se debe jugar con fuego.
"¡¡Ni en sueños estaré a tu lado por un objetivo tan utópico y ciego como ese!! ¡Yo no pienso unirme a ti ni renunciar a mis ideales tan fácilmente, con o sin Zekrom, voy a patear tu trasero!"
Entonces sucedió, tu mirada se volvió electricidad en el aire y todo a mi alrededor me hacía difícil la respiración. ¿Quién era esa Touko? Nunca antes la había visto. Y a pesar de que me estabas arrebatando todo cuanto deseaba, todo cuanto creía que era lo correcto... ¿Por qué estaba tan inmensamente feliz? ¿Por qué estaba sonriendo? Era yo quien estaba perdiendo... pero estaba feliz, si eras tú quien ganaba. Si era el mundo que Touko quería, no debía haber error en él.
Mi accidental "Y vivieron felices por siempre"
Luego pasaron muchas cosas y mi mundo entero se derrumbó por la pequeña felicidad momentánea que tuve contigo. Mi padre me rechazó, fui odiado por todos, y a pesar de que recibí el perdón del campeón no podía hacer otra cosa que querer llorar. No sabía la razón de mis lágrimas en cuanto las sentí, una vez nos quedamos solos en aquella sala del trono vacía, vacía como mi corazón. Fueron tus palabras las que me salvaron. Me salvaron de mi padre...
"El no es ningún monstruo! ¡No te atrevas a hablar así de N! ¡Yo, no lo perdonaré!"
Me salvaron cuando aún si todo el mundo me daba la espalda tu venías a buscarme. Me salvaron cuando aún luego de mis errores y mi egoísmo tus dos brazos me envolvieron calidamente. Si este era mi castigo por pecar estaba feliz de recibirlo por estar a tu lado. Pero no era algo que tuviera permitido, por eso... con poder verte sonreír una vez más aún luego de contarte toda la verdad, aún luego de haber casi estropeado todo, si podía verte sonreír una sola vez más. Era suficiente.
Del modo en el que sonríes y como me calmas,
Con tus risas.
Entonces decidí que debía ser alguien digno de ti, alguien al que pudieras realmente querer como amigo, alguien que mereciera el perdón del campeón... Y el tuyo.
"¡No te vayas...! ¡Me gustas, N!"
Si eras tu, estaba bien dejarte ir, alejarme de ti para ser alguien digno, para que en ese instante al decirte mi nombre, la próxima vez que nos viéramos, me llamases por el.
"Natural Harmoria Gropius, la próxima vez que nos veamos, llámame por mi nombre. Sólo tú puedes hacerlo, si eres tu..."
Tu frase de ese entonces nunca la entendí y cuando pasó el tiempo y me di cuenta que significaba entendí que había rechazado tus sentimientos de ese momento. Y a pesar de que estabas llorando, a pesar de que tomaste mi mano, a pesar de que gritaste una y otras vez que no me fuese. Yo fui egoísta como de costumbre.
"¡Touko! Dijiste que tenías un sueño, ese sueño... ¡hazlo realidad! ¡Los sueños y los ideales tienen poder para cambiar el mundo! ¡Hazlo una realidad y se volverá tu verdad! ¡Touko, si eres tú podrás hacerlo! Bueno, pues..."
¿Por qué no me detuve? ¿Por qué negué por completo tu corazón y el mío?
"¡Adiós!"
Debo admitir que no eras una parte de mi libro
Pero si ahora lo abres y echas un vistazo,
Tu eres el principio y el final de cada capítulo.
Luego de eso pasó el tiempo, pasaron dos largos años mientras veía el mundo que tu amabas en cada región a la que iba, el mundo de tus ideales. Pero a pesar de que me divertía cada día y estaba feliz de poder aceptar y haber sido aceptado en este mundo. Había algo que no tenía, algo que me faltaba.
Algo que me llamaba hacia Teselia cada vez que los historias de esa región, cada vez que veía el color negro, o cada vez que miraba hacia la luna...
¿La luna había brillado tan poco antes? En este mundo donde se suponía que debía ser feliz, donde se suponía que tenía todo cuanto quería y compartía con mis pokemon, en este mismo mundo me faltaba algo importante. Entonces tus palabras de aquel momento resonaron en mi cabeza como un cascabel y la respuesta tardía llegó a mí.
El sentimiento que trataste de decirme en aquel momento, lo que trataste de transmitir... No me habías salvado sólo porque me consideraras tu amigo, no habías llegado tan lejos sólo por amistad. No lloraste por tener que renunciar a mi por salvar a todos sólo por amistad. Sólo era el hombre al que amabas. Y cuando me percaté de ello estando en Sinnoh, no pude evitar regresar.
Si podía verte una vez más, si podía decirte estos sentimientos invariables que estaban en mi corazón, aún si tu respuesta no era la misma de antes. Aún si era rechazado por ti, aún si habías hecho tu propia vida, sólo si podía aparecer de manera orgullosa frente a ti y agradecerte por todo, si podía ir y transmitirte mi amor...
Con eso era suficiente.
¿Quién podría haberlo sabido?
¡Que podía ser tan inesperada e innegablemente feliz!
"Todo lo que he hecho ha sido escuchar tu egoísmo, una y otra vez. Yo no tengo nada que oír ya. Tu... ni siquiera pensaste en mí. Estabas bien porque no pensabas en mí"
No era cierto, Touko... Sabía que no tenía derecho a ser correspondido, pero eso no era cierto. Nunca pude dejar de pensar en ti, de pensar que quería volver, de pensar que eras tú cuando vi a White por primera vez, de comparar a Rosa contigo. De sentirme decepcionado cuando nadie sabía dónde estabas... Todo el tiempo quería regresar a ti pero mi miedo me lo hacía imposible, y todavía... mirame aquí, siendo egoísta de nuevo.
"Se que he sido egoísta, y tu siempre has aceptado mi egoísmo aunque no estuvieses de acuerdo... Por eso, déjame ser egoísta una vez más y decirte lo que siento por una última y primera vez. Luego de eso, eres libre de irte o ignorarme"
Yo estaba preparado para ser rechazado, estaba preparado para terminar por completo con esta absurda conexión que nos unía de manera idiota. Estaba preparado para que me rompieses el corazón como lo hice contigo hace años, pero...
"Te amo, Touko"
Pero justo cuando pensé que conocería tu reacción justo cuando pensé conocerte, me di cuenta que es hasta gracioso... el equivocarme siempre contigo.
Sentado contigo aquí, justo a tu lado...
"¿Por qué me hiciste esperar por dos años y medio para oír esas palabras, idiota? Yo también te amo, Natural"
Bạn đang đọc truyện trên: TruyenTop.Vip