Peter se libró de todos los problemas que surgieron durante su tiempo como el Hombre Araña, enfocándose en la escuela en lugar de luchar contra el crimen. Alina pasó la semana entrenando con Matt mientras Peter se ponía al día con el trabajo escolar que había descuidado, y los dos volvieron a una rutina que les convenía.

Las cosas seguían siendo ligeramente incómodas, como tienden a ser las nuevas relaciones. Estaban intentando averiguar dónde estaban parados y dónde establecer límites si fuera necesario. Ninguno de los dos era muy hábil en el arte del romance, y la primera vez que Peter trató de tomar la mano de Alina, cuando estaban en la tienda local, ella casi le dislocó el hombro por puro instinto. Después de eso, hablaron mucho sobre lo que querían de su relación.

Alina entrenó más duro que antes con Matt, entrenando sus sentidos y practicando depender de otros sentidos además de su visión. Había avanzado al uso de un bastón, un arma preferida por ella y que había logrado modificar con alguna tecnología Stark que había tomado prestada del complejo en su última visita de rutina.

El lunes en la escuela, Peter tuvo una reunión con el director y Alina y Ned esperaron afuera a que terminara. Cuando salió, Alina y Ned se pararon para saludarlo, y este último preguntó—: ¿Te expulsaron? ¿Tienes que ir a esa escuela en la calle 46 donde el director tiene una ballesta?

—Estoy bastante seguro de que eso es una leyenda urbana —dijo Peter—. Y no, no estoy expulsado.

—Tienes mucha suerte —dijo Ned con incredulidad.

Alina no podía negar que tener a Peter de vuelta era bueno, porque estaba menos preocupado por la idea de ser el Hombre Araña y tenía más tiempo para los aspectos mundanos de la vida. Comenzó a hablar más en clase, respondiendo preguntas y realmente prestando atención, y en el almuerzo se sentó con Ned y Alina en la sala de la banda mientras reconstruían la Estrella de la Muerte que Ned había dejado caer la noche en que descubrió el secreto de Peter.

A pesar de decirle a Peter que se olvidara del Hombre Araña por un tiempo, Alina había estado ocupada durante su tiempo libre trabajando para descifrar la seguridad que Tony había colocado en el traje de Peter. Parecía que, después de descontinuar el uso del traje por parte de Peter, Tony había mejorado las medidas de seguridad en el lugar del sistema de trajes, haciéndolo casi imposible de descifrar.

Había estado trabajando incansablemente para intentar hackear el traje, con la intención de averiguar quién era el hombre del ferry. Cuando llegó a casa de la escuela ese mismo día, fue directamente a su habitación y cerró la puerta detrás de ella. Sacó su computadora, la abrió y se puso a trabajar, descifrando y anulando todos los protocolos de seguridad establecidos en el traje de Peter, que actualmente estaba de vuelta en el complejo. Si hubiera tenido un auto, o cualquier otro medio de transporte hacia el complejo, ella misma habría robado el traje, pero no tenía ni el tiempo ni los recursos para lograr tal hazaña.

En cambio, Alina lo hackeó.

Se había quedado dormida en su escritorio cuando la tarde se convertía en noche, y se despertó sobresaltada cuando escuchó un golpe en su puerta y el sonido de su computadora confirmando que su hackeo había tenido éxito. Cerrando la computadora, se volvió hacia la puerta.

—Adelante.

Peter entró en la habitación, de pie tímidamente en la puerta—. Oye, lo siento, no quise molestarte.

—Está bien —respondió Alina—. No estaba ocupada.

Peter asintió—. Bien, solo vine a preguntarte si... solo quería preguntarte... entonces, el baile de la escuela está cerca, y me preguntaba si te gustaría... no lo sé, ¿ir conmigo?

—¿Al baile? —preguntó Alina.

—Sí —dijo Peter—. Solo si quieres, por supuesto.

—Uh... está bien —respondió Alina—. Iré contigo, pero no tengo vestido.

—Está bien —dijo Peter—. Yo no tengo traje.

Alina sonrió—. Bueno.

—Está bien —dijo Peter sonriendo—. Entonces, ¿qué estás haciendo?

—Nada —respondió Alina, golpeando su bolígrafo en su cuaderno—. Solo tarea.

—Ah —dijo Peter—. ¿Quieres tomar un descanso y ver una película o algo así?

Alina pensó en el traje y suspiró—. De hecho iba a acostarme temprano.

—Ah, está bien —dijo Peter—. Te dejaré dormir. Lo siento, buenas noches.

—Gracias. Buenas noches.

Cuando cerró la puerta detrás de él, Peter dejó escapar un suspiro mientras una sonrisa aparecía en su rostro. Alina había dicho que sí a ir al baile de la escuela con él, lo que lo sorprendió mucho porque casi esperaba que ella dijera que no. Se dirigió a su propia habitación, cerrando la puerta detrás de él antes de saltar varias veces de pura emoción, completamente sorprendido de tener una cita para el baile.

Cuanto más pensaba en Alina, más se enamoraba de ella. Era difícil no quererla, a pesar de cómo era. Para alguien que anteriormente fue una asesina rusa, Alina se había adaptado a la sociedad moderna como un pato en el agua, aprendiendo las costumbres del mundo con facilidad. Peter supuso que tenía algo que ver con su entrenamiento en la Habitación Roja, y por mucho que quisiera preguntar, sabía que nunca podría hablar de eso con ella a menos que ella quisiera hacerlo.

Poco a poco comenzaba a convertirse en su mayor razón para ser quien era, porque había demostrado que le gustaba por ser Peter Parker en lugar del Hombre Araña, que era su mayor preocupación. Ya no tenía el traje, pero a ella todavía parecía gustarle, lo que asombró e intimidó a Peter, porque Alina era una persona muy difícil de entender.

Mientras se sentaba en su cama pensando en ella, Alina estaba en la puerta de al lado mirando la pantalla de su computadora, desplazándose a través de las imágenes grabadas del traje para encontrar la fecha relevante. Una vez ubicado, fue bastante fácil hojear las imágenes para encontrar lo que se necesitaba. Con una foto clara de Vulture, comenzó a hackear las cámaras de seguridad y encontró todo lo que pudo sobre él. Usando los servidores Stark, pudo acceder a un software de reconocimiento facial y configurarlo para buscar al hombre en cuestión, y después de casi una hora, Alina se había quedado profundamente dormida en su cama.

La despertó por la mañana el pitido de su computadora, y cuando se levantó de la cama para revisar la pantalla, descubrió que la cara coincidía con un perfil médico. Adrian Toomes había sido ingresado en Metro General por puntos en el antebrazo después de un incidente en su lugar de trabajo, y una vez que Alina comparó la cara con la del hombre del ferry, descubrió que, de hecho, coincidían.

Sonriendo al darse cuenta de que había hecho algo que podría resultar útil, Alina se reclinó en su silla y miró la fotografía del Sr. Toomes.

—Te tengo, bastardo.