CAPÍTULO UNOﾠ╱ﾠesa chica es veneno

CLAIRE MCDANIEL SE SORPRENDÍA A MENUDO RECORDANDO LO QUE SE SENTÍA AL MATAR A ALGUIEN.

⠀⠀Se preguntaba si lo que ella sentía era diferente a lo de los demás. ¿Les gustaba ver cómo la vida en los ojos de alguien se marchitaba lentamente hasta que no quedaba nada? Se preguntaba si sentían culpa, alivio o conmoción. Tal vez las tres cosas.

⠀⠀O puede que matar a alguien les pareciera insatisfactorio a otras personas. Incluso después de cometer semejante acto, se preguntaba si alguien seguiría sintiendo el impulso de volver a hacerlo. Y otra vez. Y otra vez. Quizá el impulso de matar aumentaba con cada asesinato, llevando al perpetrador a una locura irreparable.

⠀⠀Tal vez el asesinato se sintiera como la caza de un animal y, una vez consumado el acto, el cadáver se considerara carne, nada más.

⠀⠀Había infinitas posibilidades, pero todas eran retorcidas de alguna manera. Claire lo sabía.

⠀⠀La verdad es que no recordaba lo que había sentido al matar a Amber. Tal vez el recuerdo traumático era demasiado para ella, así que sólo podía recordar los acontecimientos que condujeron a él, en lugar del hecho en sí. Era mejor así.

⠀⠀Miró sin comprender la línea directa que Google le había proporcionado cuando buscó la pregunta. Un resoplido escapó de los labios de la chica mientras cogía un cheeto picante para metérselo en la boca.

⠀⠀Se quedó mirando el número en cuestión sólo un segundo más antes de pasar de él. Claire siguió mirando los títulos de las páginas web, esperando a que una de ellas le llamara la atención.

⠀⠀—¿Qué haces? —la voz de su hermano gemelo le hizo levantar la cabeza del ordenador. Miles enarcó las cejas mirando a su hermana con curiosidad—. Llevo esperándote unos veinte minutos.

⠀⠀—¿Y?

⠀⠀—Y ya podríamos habernos ido a la fiesta.

⠀⠀Se encogió de hombros. Miles puso los ojos en blanco, marchó hacia Claire y cerró el portátil sin molestarse en averiguar qué la había retenido tanto tiempo en su habitación. Recogió el aparato y lo colocó en el escritorio junto a la cama.

⠀⠀Le lanzó una mirada fulminante a Miles, levantándose de la cama.

⠀⠀—Sólo porque quieras ver a Tara no significa que tengas que ser insolente conmigo.

⠀⠀—Cállate —replicó, aunque no negó su acusación.

⠀⠀Claire se miró en el espejo y comprobó si se le había corrido el maquillaje en quince minutos. Notó que su hermano la miraba fijamente a través del cristal reflectante, mirándose también a sí mismo.

⠀⠀—Veo que el atuendo funcionó —sonrió, cambiando de peso.

⠀⠀Miles llevaba un jersey de rayas rojas y verde vómito con desordenadas rasgaduras en el borde de las mangas, así como en la parte inferior del jersey. A juego, llevaba un sombrero de fieltro negro que le cubría la mayor parte del pelo. También iba maquillado, pero no del tipo que sirve para embellecer a alguien, era del tipo que hacía que la mitad de su cara pareciera frita y con ampollas, gracias a Claire. Y para rematar el aspecto asesino que buscaba, el hermano gemelo llevaba las clásicas garras de acero en la mano derecha. Además, llevaba pantalones negros complementarios, obviamente.

⠀⠀—Puede que sea el primer Freddy Krueger sexy —sonrió, ganándose un bufido de Claire.

⠀⠀—Lo siento, voy a tener que bajarte a la Tierra un segundo. Pareces un friki —dijo Claire con sinceridad—. Lo que significa que hice bien mi trabajo.

⠀⠀Miles cogió una almohada de la cama y se la lanzó, que ella esquivó justo a tiempo.

⠀⠀—Te juro que si me estropeas el maquillaje, te mataré y luego enviaré por correo las partes de tu cuerpo a cada uno de nuestros parientes —amenazó Claire, saliendo de su dormitorio.

⠀⠀—Estás muy jodida —comentó Miles, siguiéndola hasta la puerta principal de su apartamento.

⠀⠀Los gemelos no vivían en el campus, en parte por cortesía de su tía muerta; sus padres no los querían allí a menos que fuera para las clases. Sin embargo, estaban en él casi todos los días porque era donde vivían la mayoría de sus amigos, excepto Tara y Sam, que vivían en el mismo complejo que ellos.

⠀⠀Claire bajó los hombros en cuanto sintió que una pesada chaqueta de cuero se ceñía sobre su cuerpo. Frunció el ceño cuando se dio cuenta de que era obra de Miles.

⠀⠀—Cúbrete. Vas a pasar frío —explicó, y tenía razón, el aire de octubre en Nueva York era demasiado gélido para que ella llevara un disfraz que era casi piel. Pero a Claire no le importaba, el cuero desentonaba con su atuendo.

⠀⠀La chica se había disfrazado de Poison Ivy. Llevaba un leotardo verde metalizado de manga larga que le llegaba hasta el cuello, formando una especie de rombo en la zona del pecho que mostraba la cantidad justa de escote. Para mantener las piernas algo calientes, también llevaba unos leggings de rejilla de color helecho brillante, así como unas botas verdes de tacón alto. El maquillaje tampoco podía ir más allá del reconocimiento, con su brillante sombra de ojos verde, los labios delineados en rosa y dos hojas en ambos extremos de la cabeza, disfrazadas de adorno, cuando en realidad sólo eran horquillas para evitar que los mechones le cayeran en la cara. Justo debajo de ambos ojos, junto a las hojas, había gemas rojas.

⠀⠀Y, por supuesto, Poison Ivy no podría haber sido Poison Ivy sin su característico pelo rojo.

⠀⠀Claire se encogió de hombros.

⠀⠀—Estaré bien.

APENAS UNOS SEGUNDOS DESPUÉS DE QUE LOS GEMELOS LLEGARAN A LA PROPIEDAD, Claire casi había pisado una de las muchas botellas vacías esparcidas por el césped, prácticamente esperando a que alguien tropezara con ellas. La música, cada vez más alta a cada paso, ya le estaba provocando dolor de cabeza, aunque eso había empezado hacía unos minutos, ya que las melodías podían oírse a un kilómetro de distancia.

⠀⠀—Llevas el teléfono encima, ¿verdad? —inquirió Miles, elevando el tono debido a los altavoces que ambos podían sentir vibrar en sus pechos.

⠀⠀Claire puso los ojos en blanco.

⠀⠀—Sí. No te preocupes por mí, todo nuestro grupo de amigos está aquí. Ve a buscar a Tara, o lo que sea.

⠀⠀Le miró mal antes de desaparecer entre el gran enjambre de gente. Los ojos de Claire bailaron por la habitación hasta que divisó la cocina, más concretamente, el alcohol.

⠀⠀Al cabo de un minuto, tenía una lata de cerveza en las manos. Odiaba la cerveza, pero le gustaba el colocón que le producía.

⠀⠀Claire se abrió paso entre la multitud de cuerpos sudorosos, esperando encontrar una cara conocida. No fue hasta que llegó al salón cuando vio a Anika y Mindy cómodamente acurrucadas en un sofá.

⠀⠀Esbozó una sonrisa tensa a la pareja antes de continuar su recorrido por la fraternidad.

⠀⠀—¡Bu! —le gritó un tipo vestido con una máscara de Ghostface, saltándole a la cara. Ella entrecerró los ojos como si no le diera miedo, aunque su pulso se había acelerado.

⠀⠀—Gilipollas —refunfuñó, empujándolo con dureza. El ceño fruncido pronto fue sustituido por un rayo de luz cuando por fin vio a Chad e Ethan.

⠀⠀Claire se acercó a los dos chicos con la cerveza en la mano. Chad la vio primero, levantó su vaso rojo y le hizo un gesto para que se acercara.

⠀⠀—Hola, Claire —chirrió. A juzgar por su tono, Chad probablemente había bebido un poco—. Llegas justo a tiempo para los chupitos.

⠀⠀Al oír su nombre, Ethan se dio la vuelta para mirarla. Gracias a Dios por las luces que cambiaban el color de casi todo en la casa, de lo contrario el tinte rosado que había empezado a extenderse por los costados de su cara habría resultado evidente para Claire.

⠀⠀—Vaya, Claire. Estás... —Ethan se interrumpió, esperando que la palabra que buscaba apareciera en su mente. Pero no fue así. La chica levantó ligeramente la cabeza, expectante, mientras esperaba a que él hablara.

⠀⠀—Muy bien, tío —bromeó Chad, dándole unas palmaditas demasiado fuertes en la espalda a su amigo, lo que hizo que Ethan hiciera una leve mueca. Chad le ofreció una sonrisa—. Estás estupenda, Claire.

⠀⠀Los ojos de Ethan se oscurecieron, algo que no captaron ninguno de los dos. Ella le devolvió la sonrisa, asintiendo.

⠀⠀—Gracias, Chad —se volvió hacia Ethan, que llevaba un disfraz hecho de cartón—. ¿Y tú eres un caballero?

⠀⠀El chico de cartón movió torpemente la cabeza en señal de confirmación.

⠀⠀—Eres literalmente la única que pudo adivinar eso en menos de tres intentos.

⠀⠀Antes de que Claire pudiera responder, Chad ya les estaba poniendo en la mano a ambos unos mini vasos de colores brillantes llenos de vodka.

⠀⠀Chad levantó la pequeña copa.

⠀⠀—Hasta el fondo, ¿verdad?

⠀⠀—Hasta el fondo —repitió, chocando su pequeño vaso con los de los dos chicos. Se bebió el chupito de un trago, ignorando la sensación de escozor que empezó a envolverle la garganta.

⠀⠀Ethan intentó bebérselo, pero no lo consiguió. Volvió a escupir en su taza y tuvo arcadas, algo que también había pasado desapercibido para los dos jóvenes adultos que tenía cerca.

⠀⠀—Iré a por más —informó Chad, volviendo a la cocina.

⠀⠀Por fin solos. Bueno, tan solo como se puede estar en una fiesta.

⠀⠀Sin previo aviso, el caballero de cartón deslizó una de sus manos por detrás del cuello de ella, atrayéndola para darle un beso repentino. La pilló desprevenida, obviamente, pero acabó por dejarse llevar.

⠀⠀Hasta que recobró el sentido y se dio cuenta de dónde estaban. Claire se apartó de él de inmediato, con los ojos como platos.

⠀⠀—Sabes que estamos en un lugar público, ¿verdad?

⠀⠀Él la miró estúpidamente, haciendo que ella sonriera lentamente ante su expresión. Ella se llevó el pulgar a sus labios, limpiando la mancha que su pintalabios había dejado en su boca.

⠀⠀—Por cierto, tu disfraz es súper creativo.

⠀⠀Ethan se quedó mirando a la chica, creyendo en parte que no hablaba en serio.

⠀⠀—¿En serio?

⠀⠀—Te habrías ahorrado mucho tiempo si hubieras venido con nosotros a comprar disfraces. Pero desapareciste como un bicho raro —murmuró.

⠀⠀Antes de que Ethan pudiera responder, Chad volvió con tres vasos de chupito, como había prometido. Le dio uno a Ethan y otro a Claire, que aún tenía por beber una lata entera de cerveza.

⠀⠀Anika apareció de detrás de la esquina, mirando a Chad.

⠀⠀—Oye, grandullón, te necesitan.

⠀⠀El deportista bajó las cejas.

⠀⠀—¿Dónde está Miles?

⠀⠀—Está a un minuto de empezar una pelea —se apresuró a responder—. Por eso te necesitamos.

⠀⠀—¿Hablas en serio? Acabamos de llegar —Claire frunció el ceño y dejó el vaso en el suelo. La verdad era que estaba más disgustada por no haber podido pasar tiempo con Ethan, como había planeado hacer esa noche.

⠀⠀Chad dejó los tres chupitos y siguió a Anika mientras Claire lanzaba una mirada de disculpa a Ethan antes de agarrarle de la muñeca e ir a por los otros dos.

⠀⠀—Tócala una vez más, tío, y te juro...

⠀⠀—¿Qué? —el imbécil detrás de la voz salió a la luz cuando el grupo llegó a la escalera. Llegaron justo a tiempo para ver cómo el hombre que Claire reconoció como Frankie empujaba suavemente a su hermano hacia atrás, como si lo estuviera amenazando—. ¿Quieres que te ponga las manos encima a ti en vez de a ella?

⠀⠀Miles se estaba calentando, sin duda. Tenía la mandíbula apretada y hacía con la nariz algo que solía hacer cuando estaba cabreado. Así que Miles le devolvió el favor, empujándole un poco más fuerte.

⠀⠀—Inténtalo de nuevo, tío.

⠀⠀—Chicos, parad —dijo Tara, levantándose de la escalera en la que Frankie la había hecho caer de espaldas. Arrastraba las palabras. Debía de estar borracha—. ¡Chicos, esperad!

⠀⠀Miles se detuvo un momento, considerando las palabras de Tara para que parara. Frankie, sin embargo, hizo caso omiso de sus palabras por completo y continuó empujándole. Permanecieron así unos segundos más, empujándose como niños, y Claire estaba segura de que Miles no tardaría en lanzar un puñetazo. Pensó en dejarlo, sabiendo que Frankie probablemente perdería. No estaría mal ver a un tipo recibir una paliza.

⠀⠀Mindy le dio un codazo en el hombro a su hermano, sugiriéndole que hiciera algo. Parecía que Chad también quería ver cómo le daban una paliza a Frankie.

⠀⠀Antes de que nada pudiera realmente escalar, Sam salió de la nada y agarró a Frankie amargamente.

⠀⠀—Hola. Sí, perdón por interrumpir, sólo voy a darte en laos huevos muy rápido.

⠀⠀Se oyó el sonido de una táser, seguido de los gritos de Frankie, que se había hundido en el suelo agonizando.

⠀⠀—Hostia puta —susurró Claire para sus adentros, con una sonrisa involuntaria dibujándose en sus labios.

⠀⠀—No vuelvas a ponerle las manos encima a mi hermana —añadió Sam, mirando fijamente a la víctima del táser, sin un ápice de culpabilidad en ninguno de sus rasgos.

⠀⠀—¡Puta zorra!

⠀⠀Aunque el resto del grupo de amigos apreciaba las acciones de Sam, estaba claro que su hermana pequeña no.

⠀⠀—Sam, ¿me estás tomando el pelo? ¿Ahora me estás acosando?

⠀⠀Antes de que Sam pudiera defenderse, Tara ya se había marchado furiosa.

⠀⠀Todos siguieron a las dos hermanas excepto Claire e Ethan. El chico quería hacerlo, pero se dio cuenta de que ella no se había movido. Sus ojos estaban fijos en otra cosa.

⠀⠀Ethan siguió el rastro de sus orbes y frunció el ceño, inclinándose para susurrarle al oído y poder hablar sin gritar.

⠀⠀—¿Por qué está siempre por aquí?

⠀⠀—Ojalá lo supiera —murmuró Claire, mirando a su ex, Blake, desde el otro lado de la habitación, que lucía una sonrisa burlona—. Es como si me siguiera allá donde voy. No sé qué coño le pasa.

⠀⠀Cuando parecía que Blake estaba a punto de acercarse a los dos, Ethan le puso una mano en la espalda, apresurándola para que se diera la vuelta y abandonara la fiesta antes de que él pudiera alcanzarla.

✶⠀el disfraz de claire: